lunes, 1 de abril de 2013

MARAVILLOSA, ESTA NOCHE, CATHERINE


Era la primera fiesta a la que asistirían juntos.
Un amigo de Braian celebraba su doctorado. Había obtenido una beca. Estaría fuera de Argentina algunos meses.
Catherine era una persona muy prolija, en todo momento y lugar. Esta ocasión era especial: él la presentaría como su mujer.
Eran las 19:30 hs. Braian le había sugerido que ella se bañara antes, porque de ese modo tendría tiempo para arreglarse, mientras él estuviera duchándose.
Estaba a punto de salir, cuando Braian la sorprendió con un beso, abrazos y caricias, que culminaron con un encuentro apasionado, a los que estaban acostumbrados.
Catherine ya había preparado su ropa sobre la cama. Terminó de vestirse, se peinó y comenzó a maquillarse.
Braian la observaba, en silencio.
Cuando terminó de pintarse los labios, simplemente preguntó:
         ¿Me veo bien?
Braian acarició su largo pelo y le susurró al oído:
         Estás maravillosa hoy – siguiendo la letra de la canción que había escuchado por primera vez, tres décadas atrás.
Catherine siempre había imaginado protagonizar esa escena, con la voz de Eric Clampton, o la de Jaf, de fondo. Estar con un hombre que la considerara hermosa, al que complacería con el color de cabello o la ropa que a ambos les gustara.
Eran las 20:45 hs.
Braian tomó el abrigo de Catherine y lo acercó a su espalda. Esos gestos de caballerosidad eran para ella un premio por haber vivido tantos años careciendo de ellos.
Llegaron a la fiesta. Un hermoso salón, excelente música, inmejorable atención.
Catherine se sentía muy tensa. Hombres y mujeres la observaban. En realidad, la evaluaban. ¿Sería quién los amigos de Braian, aspiraban para él? ¿Cómo saberlo?
El rostro de Braian reflejaba la paz interior que había logrado. Quienes lo conocían bien, percibían el amor con el que se miraban.
Se sentaron junto a dos parejas. Sería inevitable que la comparan con la ex esposa de Braian.
Catherine había aprendido a disimular dolor, angustia y miedos, de modo que pudo ocultar su nerviosismo ante todos. Manejó la situación, evitando todo tipo de ataque verbal. Conversó, tratando diversos temas. Comió  y bebió con prudencia. Actuó con altura y con elegancia, en cada una de las situaciones.
Braian admiraba su forma de enfrentar la vida. Y se lo expresaba con palabras, con miradas, con actitudes.

4 comentarios:

  1. Es la primera parte de uno de los capítulos de mi novela ENCUENTROS SIN ROSTROS.

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  2. Hola, buen día et buen Jueves para vos Elizabeth... Mi nombre es Jean-Paul, soy francés, originaire de París, pero desde mis 16 años vivo aqui, en la Buenos Aires; soy poeta, novelista, cuentista et ensayista sobre filosofía, psicoanalisis, antropología y socialogía. Hace algún tiempo ví en una red social (no recuerdo en qué site) que vos colocabas lo que estabas escribiendo e invitando a que la gente te lea en tu pagina especial en el facebook... Hoy volviendo un poco sobre esas huellas, entré a tu página, y toqué Me Gusta, para recibir las publicaciones (si vos me permites, desde luego) y así entonces poder leer todo aquello que vayas publicando. Bisous a vos et estamos en contácto!

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  3. Olvidé decirte, que en tu sitio de Facebook, yo toqué Me Gusta con mi perfil personal; mi nombre completo es Jean-Paul Geneaux Daudelaire. Bisous!

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  4. Muchas gracias, Jean Paul.
    Perdoná la demora. Estos días no anduve por mi blog, porque mi ciudad fue víctima de una catástrofe natural.
    Nos mantendremos en contacto.
    Gracias.

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