sábado, 26 de mayo de 2012

DESCUBRIÉNDOSE


Invierno atípico. Ciudad con características únicas. Comienzos del siglo XXI.
Su cumpleaños número cuarenta no lo había sorprendido. El ritmo de vida, el entorno, los constantes problemas laborales y personales, tal vez hayan sido los causantes de una ceguera que parecía no tener cura.

Una húmeda y templada mañana intentó levantarse de su cama, pero su cuerpo parecía atado,  manipulado por un ser diabólico contra el cual no podía luchar. Por primera vez en su vida se sintió débil, desamparado; como un niño abandonado en una isla desierta.
La ventana de su habitación estaba cerrada. Minutos después, había perdido la noción de tiempo; y, por momentos, también de espacio.
¿Sueños, pesadillas? ¿O reflexiones?
Bombardeaban su mente los reclamos de cada una de las personas “afectadas” por su personalidad, tan egoísta, tan fría, tan cruel.
Estaba en la primera fila; era espectador de una atrapante obra de teatro protagonizada por él mismo. La música de fondo le recordaba aquellas películas que tanto miedo le provocaron en los primeros años de su vida.
A su  lado, tratando de protegerlo, su hijo, de diez años de edad; a pocos metros, a sus espaldas, pudiendo percibirla, pero no verla, su ex mujer, con quien había compartido la mayor parte de sus días. Formando un perímetro, los amigos, a quienes ya no consideraba tales, por sus actitudes. Y volando, como ángeles, con lágrimas en los ojos, sus padres.
Cada uno de ellos le había dado desinteresadamente, la  posibilidad de amar y ser amado. Sin embargo, la armadura que lo fue cubriendo a un ritmo lento pero constante, asfixió sus sentimientos.
Sus piernas no respondían. Quería huir o al  menos alejarse del sector de las plateas y ubicarse en otra butaca, más lejana del escenario. Imposible.
Con ansiedad esperaba la caída del telón, aunque éste no existiera.
El protagonista de la obra no hablaba. Sabía que no era mudo, por los gritos de dolor que emitía. Tampoco era sordo, sus ojos se desorbitaban ante cada frase de los actores que formaban el reparto.
Una pantalla gigante proyectaba fotos antiguas, fotos actuales, imágenes vividas, imágenes soñadas.
La acústica era tan perfecta, que hasta el espectador de la última fila oía los suspiros, los susurros y hasta la respiración de quienes se encontraban en el escenario…

Noche fría y lluviosa. La sequedad de sus labios y la aceleración del ritmo cardíaco eran desesperantes. Apoyando sus manos en las paredes de un largo pasillo, pudo llegar hasta la heladera y beber un sorbo de agua fresca.
Miró el reloj, se asomó a la ventana, y lentamente volvió a su habitación. Se sentó en su cama, pero su cabeza no podía sostenerse. Volvió a recostarse.
Había descendido la temperatura de su cuerpo. Ahora sí podía tomar conciencia de las horas vividas de ese extraño día.
Reflexionó durante todo el lapso que esa invasora gripe usurpó cada centímetro cuadrado de su ser.

Tarde templada. Sol resplandeciente.
Se dio un baño reconfortante. Eligió su mejor ropa, su más exquisito perfume y salió de su casa. Dejó el auto. Caminó hasta divisar el sol ocultándose en el horizonte.
Y volvió a su actividad, ya no como el ser frío, egoísta y cruel que aquella mañana había sido sorprendido por una gripe; sino como la persona que era realmente, una vez destruída la armadura que alguna vez él mismo había fabricado.

2 comentarios:

  1. Ojala fuera tan facil!!!! A menos que "una gripe" haya sido un derrame cerebral o un ataque al corazon.... llevo muchos a~nos sobre el planeta y no he visto a nadie frio, egoista y cruel cambiar a menos que crea que esta muriendo.... si era solo una armadura, entonces no era tan frio, egoista y cruel en la intimidad...nadie que no es asi puede fabricar tama~na armadura para con quienes estan a su lado... quiza si un ni~no herido, pero no un adulto, pienso yo. No se puede ser concientemente cruel y egoista, no se podria soportar. Si "inconcientemente" el miedo o el sufrimiento te hace crear defensas, armaduras, volcar crueldad hacia los demas requiere que realmente seas asi, que el otro no te importe. Eso dificilmente se cure con una gripe.....a~nos de terapia, esfuerzo conciente, nuevos habitos y quiza, quiza la persona cambie un poco ..... :)

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  2. Lamentablemente es ficción.
    Fue escrito como una simple expresión de deseo, para que ciertas personas se curen de ese tipo de enfermedades.
    Muy bueno tu comentario.

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