Sucedió en 1972.
De mi misma estatura, cabello muy largo, abundante, negro, cola de
caballo.
Se acercó y preguntó:
–
¿Cómo te llamás?
–
Maricarmen. ¿Vos?
–
Blanca.
–
¿Fuiste al jardín el año pasado?
–
Sí, y antes, a la guardería.
–
¿A la guardería? ¿Qué es eso?
–
Es un lugar donde se cuida a los chicos chiquitos.
–
Ahhhhhh – dije, asombrada.
Y me quedé pensando en esa extraña palabra.
Y mi pequeña cabecita, de 6 años, imaginó una especie de cárcel, donde
cada niño, esperaba ansioso, que su papá o su mamá llegara a retirarlo.
En ese momento supe, que para mi nueva amiga, los primeros años de su
vida no habían sido nada sencillos.
¿Cuánto tiempo duró esa imagen visual en mí?
No lo sé.
Buenísimo!
ResponderEliminarEn general escribo ficción. Pero esto fue real.
ResponderEliminarGracias.